La ONU da la razón a Julian Assange y solicita levantar su orden de arresto
Los abogados de Julian Assange, fundador de Wikileaks, han solicitado ante un tribunal de Estocolmo que se revoque la orden de detención que pesa sobre su defendido tras el reciente dictamen del 5 de febrero del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU que considera que Julian Assange, refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres, es víctima de una orden de detención arbitraria desde su arresto inicial el 7 de diciembre de 2010.
Sètondji Roland Adjovi, uno de los cinco integrantes del Grupo señaló lo siguiente: “La conclusión es muy clara: la recomendación a los dos gobiernos, el de Suecia y el Reino Unido, es que finalicen la detención arbitraria. Esta decisión no está relacionada con otros aspectos del caso. Nos pronunciamos sobre su situación de detención arbitraria ya que es la tarea que cubre nuestro mandato”.
Assange fundó en 2006 el sitio web Wikileaks en la cual se publican y analizan informes y documentos secretos, filtrados a través de fuentes anónimas. En 2010 se emitió una orden de captura europea para interrogar al australiano sobre las acusaciones de violación presentadas tres meses antes por parte de una ciudadana sueca. Luego de haberlo negado en vano ante la justicia británica, Assange se refugió en la embajada de Ecuador en Londres en junio de 2012.
La intención del periodista, de 44 años, es evitar la extradición al país escandinavo, porque teme ser enviado después a Estados Unidos, donde podría afrontar un juicio militar por los secretos sobre la seguridad estadounidense revelados por Wikileaks.
Su situación actual podría prolongarse gracias a las inmunidades de las que puede valerse con el consentimiento de Ecuador, que le ha concedido el asilo político. Por ahora continua recluido en la embajada donde, en base a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 18 de abril de 1961 que establece el régimen especial del que gozan el personal y las instalaciones de las misiones diplomáticas, se encuentra la prohibición de acceder a los locales, como la embajada de un Estado, sin el consentimiento del jefe de la misión diplomática (artículo 22), motivo por el cual las autoridades inglesas no han podido capturarle.
Tanto Reino Unido como Suecia, consideran que la decisión dictada por la ONU no es vinculante en el proceso abierto contra Assange, por lo que la orden de arresto contra el australiano sigue en vigor.
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